sábado, 18 de agosto de 2012

ANDRÉS VÁZQUEZ

El pasado 28 de julio tuve la suerte de presenciar la actuación de un torero de 80 años, me refiero al diestro de Villalpando Andrés Vázquez. El motivo no era otro que celebrar los 50 años desde que tomara la alternativa. Fue una tarde muy emotiva para todos los aficionados zamoranos. Toreó un novillo que recibió con unas espléndidas verónicas y la media peronalísima de Andrés. Estuvo sensacional con la muleta y la espada. Se le concedieorn los máximos trofeos en una vuelta al ruedo apoteósica. Bueno es recordar la biografía de Andrés.
Nacido en Villalpando el 25 de julio de 1932. Comienza con una cuadrilla de muchachos de su pueblo a rodar por las capeas, en tre ellos El Velas.
Utilizó los apodos de El Nono y El Niño de Villalpando. El 3 de septiembre de 1950 torea su primer eral en su lugar de nacimiento, junto a su paisano José Lobato.
Ingresa en la Escuela Nacional Taurina de Castilla, dirigida por el matador de toros Saleri II. Estando como alumno, participa en dos festivales, uno en Vista Alegre y el otro en La Ventas, saliendo de ambas plazas a hombros.
Se viste por primera vez de luces en Zamora, el 13 de abril de 1952, junto a Juan Fernández Carnicerito de Almería. Debuta con caballos en Guijuelo (Salamanca) el 16 de agosto de 1959. Actúa en la plaza madrileña de Vista Alegre en 1960 y repite once novilladas seguidas, con la correspondiente salida -en todas ellas- por la puerta grande. Se presenta en Las Ventas el 3 de septiembre, estoqueando novillos de María de Juana de Cervantes.
La temporada de 1962 es importantísima para el torero de Villalpando. Comienza en la Monumental de Barcelona el 10 de marzo. Al igual que sus compañeros Vicente Perucha y Antonio Ruiz Espartaco, sale a hombros. Vuelve a ser alzado a hombros el 22 de abril en Salamanca.
Toma la alternativa, la confirmación a la vez, en la feria de San Isidro. Este paso tan importante se realiza el 19 de mayo, siendo padrino Gregorio Sánchez y testigo Juan García Mondeño. El toro de la ceremonia se llamaba Zorrito, negro mulato, 493 kilos, de la vacada de José Benítez Cubero. En su segundo llegó el triunfo con el toro Irónico, cortándole los dos apéndices. El 23 de mayo sale por la puerta grande como sus compañeros Julio Aparicio y Jaime Ostos. Fueron las reses del hierro de Atanasio Fernández.
Al año siguiente hace el paseíllo cuatro tardes en la Monumental de Madrid. En 1964 participa en treinta y una corridas. En el año 1965 actúa en veintiún festejos. Termina la mencionada temporada el 10 de octubre en Zamora, enfrentándose como único espada a seis toros de Herederos de Antonio Pérez, en una corrida a favor de la Campaña de Navidad. Andrés obtiene un triunfo muy importante, llevándose nueve orejas y dos rabos. Salió a hombros de la plaza en unión de su banderillero, el portugués Mario Coelho. Repiten triunfo espada y rehiletero en los Sanfermínes de 1966. Las temporadas de 1967 y 1968 ranscurren sin grandes éxitos para el torero zamorano.
Vuelve a la plaza de sus éxitos -Las Ventas- el 3 de agosto de 1969, estoqueando reses de María Cruz Gomendio en unión de Agustín Castellanos El Puri y José Falcón. Andrés salde triunfante al cortar una oreja a su segundo toro. Repite en el mismo coso el 10 de agosto con reses de Victorino Martín, teniendo de compañeros al rejoneador Moreno Pidal y los espadas Joaquín Bernadó y García Higares. A pesar de haber triunfado el domingo anterior no estaba anunciado para esta corrida, pero sucedió que Antoñete se lesionó una muñecay esto dio lugar a que entrara en el cartel. Fue su resurgimiento con salida a hombros por la puerta grande. Corta una oreja de su primero y las dos al famoso Baratero, marcado con el número 51.
Al año siguiente mata seis toros del ganadero de Galapagar en la Monumental madrileña, con gran éxito para torero y ganadero. Actúa nuevamente en Las Ventas los días 20 y 21 de junio; el primer día Andrés consigue un gran triunfo con el toro Estudiantino, de 484 kilos de peso, del hierro de Alonso Moreno de la Cova. El segundo día corta dos orejas. Le acompañaron en el paseíllo el rejoneador portugués Lupi y el segoviano Andrés Hernando. Finaliza dicha campaña el 25 de octubre en el citado coso, al intervenir en un festival homenaje al torero Agustín Parra Parrita. Andrés corta cuatro orejas y sale nuevamente a hombros.
En la corrida del 18 de mayo, dentro de la feria de San Isidro de 1971, hace una gran faena bajo la lluvia. El 30 del mismo mes, actúa en un mano a mano junto al infortunado Antonio Bienvenida, siendo una corrida concurso de ganaderías. Recibe una cornada muy grave en el cuarto de la tarde.
Comienza la temporada de 1972 con un nuevo percance, esta vez en la feria de Abril de Sevilla, ocasionado por el toro Loco de la vacada de Samuel Flores, con dos cornadas muy graves, una en el muslo derecho y la otra en la pierna del mismo lado. En la cuarta corrida de feria de San Fermín, es empitonado en el cuello al entrar a matar al toro León de la ganadería de Miura. Vuelve a sufrir otra cornada el 24 de septiembre por una res de Diego Puerta en la plaza de toros de Valladolid.
En 1973 interviene en tres corridas en San Isidro, con Victorinos, Los Guateles y Cortijoliva, con balance negativo para el diestro zamorano. Al siguiente año decide retirarse de los ruedos, y tiene la despedida en su plaza más querida, seria y que lo llevó a la fama, Las Ventas. La realiza el 22 de septiembre, enfrentándose a cinco toros de Pío Tabernero y uno de Camaligera, que hizo su aparición en el ruedo en cuarto lugar al sustituir a una res del ganadero salmantino. La despedida fue muy buena a lo largo del festejo. Andrés corta dos orejas, petición fuerte de oreja y tres vueltas al ruedo con salida en triunfo por la puerta grande. Le cortó la coleta el cirujano Máximo García de la Torre.
Con motivo del homenaje al maestro Antonio Bienvenida, vuelve a la Monumental de Madrid el 15 de mayo de 1977, lidiando como único matador seis toros del Campillo, cortando tres orejas y la correspondiente salida a hombros. Debido al éxito en dicho homenaje, decide volver a los ruedos en Alcalá de Henares el 25 de agosto con reses de Diego Garrido.
En 1980 no le encuadran en los carteles de San Isidro y se encierra con seis toros de Manolo Sanromán en Vista Alegre, obtiene trofeos y sobresale en unos lances a la verónica de gran pureza.
El 10 de abril de 1982, Andrés se despide de la afición zamorana con reses del marqués de Albayda, alternando con Víctor Manuel y Juan Antonio Ruiz Espartaco. Se despide de la afición madrileña el 18 de septiembre, con Manolo González y Curro Vázquez como compañeros de cartel. Se lidiaron cinco toros de El Torero (Salvador Domecq) y uno de Molero Hermanos. El último astado que mató en Madrid se llamaba Horquillero y correspondía al hierro del ganadero andaluz citado anteriormente.
Reaparece nuevamente en los ruedos el 13 de mayo de 1985 en Valladolid, lidiando reses de Francisco Galache. Andrés resultó cogido aparatosamente en su segundo toro, produciéndole una herida en la axila, de pronóstico grave. Completaron la terna los espadas Roberto Domínguez y el llorado distro madrileño José Cubero Yiyo. Finaliza la temporada con dos actuaciones, una en Villamayor de Santiago (Cuenca), para dar la alternativa al aficionado Carlos Barroso, en presencia del veterano torero Jaime Ostos. El último festejo tuvo lugar el 8 de septiembre en Medina del Campo lidiándose reses salmantinas del hierro de María Lourdes Pérez Tabernero.
Años más tarde vuelve de nuevo a los ruedos para participar en número menor de corridas que no resultaron muy exitosas.
Andrés ha sido muy castigado por los toros, recibiendo graves cornadas. Torero de gran valor, uno de los mejores que han practicado el toreo a la verónica. Muy querido por el público madrileño.
A lo largo de su vida profesional ha participado en numerosos festivales benéficos. En Zamora organizó varios a beneficio del Asilo de Ancianos.